La composición de cobre-níquel-tungsteno es un diseño innovador que combina materiales con distintas propiedades mecánicas (como dureza, resistencia a la tracción, etc.) y características físicas, lo que resulta en un electrodo de soldadura con un rendimiento excepcional. Exhibe una excelente conductividad eléctrica y térmica, asegurando el enfriamiento continuo de la punta del electrodo, extendiendo así la vida útil y reduciendo el consumo de electrodos.
La punta de cada electrodo se somete a un tratamiento de densificación, presentando una microestructura interna de alta densidad y uniforme.
La punta del electrodo se procesa finamente con una superficie lisa, lo que garantiza puntos de soldadura estables, sin soldaduras en frío, uniones de soldadura confiables y una larga vida útil.
Aprovechando el alto punto de fusión del tungsteno a su máximo potencial, mejorando aún más la estabilidad a altas temperaturas y la resistencia a la fluencia para satisfacer los requisitos del cliente.
Con años de experiencia en la producción y procesamiento de soldadura por resistencia, entendemos los escenarios de soldadura del mundo real y podemos proporcionar soluciones personalizadas de acuerdo con las condiciones específicas del cliente.